Mi reflexión sobre San Valentín.
Sí, puede que sea un invento Americano puramente
comercial, pero estas cosas siempre tienen base en algo histórico… Creo
recordar haber visto una película (y advierto que seguramente no lo cuente del
todo bien…) en la que contaban que San Valentín es un día en honor a un predicador
de la iglesia cristiana que se dedicaba a casar a parejas a la sombra de
aquellos que, en esos tiempos, lo prohibían.
Bueno esto es sólo una anécdota, porque en realidad
me he dado cuenta que para mi San Valentín no tiene nada que ver ni con una
cosa ni con la otra, pero voy puramente a los sentimientos…
Yo en algún momento he pensado que no era necesario
celebrar esta fecha cuando estás enamorado o ilusionado con alguien pero… me he
dado cuenta que no es así, yo soy una persona detallista y bastante romántica y
sobretodo una persona que se preocupa mucho por los demás y aunque no necesite
grandes agasajos me gusta celebrársete día aunque sea íntimamente y, por supuesto,
me preocuparía que la persona que estuviera a mi lado no le diera importancia a
que, por lo menos a mi, me apetece celebrarlo, explico porque….
Vale aquello que dicen de… “San Valentín es todos
los días” pero… ¿quién lo predica? Y entonces… ¿porqué?
Yo creo que hay varias maneras de verlo. Hay gente
que lo usa como excusa, si no te apetece celebrar el día del amor, sea cual sea
su origen, puede que no estés tan enamorado como te parece, por lo tanto, mal
vamos... Este caso sería el más extremo y negativo, pero seguro que los hay…
Por otro lado están los que lo predican y lo
celebran, pues son románticos y realmente todos los días se preocupan por
demostrar y celebrar su amor.
Pero mi post va dedicado a los que no están en
ninguno de esos dos extremos…
Lo que más gracia me hace es que hay personas que
defienden esta frase a capa y espada pues no son nada románticos. Estos son los
que no suelen tener detalles ni se atreven a exteriorizar diariamente sus
sentimientos, son los que se niegan a defender que estar enamorado significa
depender de alguna manera de alguien, los que tienen miedo de demostrar sus
sentimientos por si algún día tienen que rectificar y admitir que se
equivocaron o quizás aquellos que no pueden admitir que compartir la vida con
una persona a la que quieres no te hace más débil sino más fuerte.
Para estas personas… Si San Valentín es todos los días
pero todos los días no haces nada, ¿porqué no hacerlo hoy? O casi mejor… Si San
Valentín es todos los días ¿porqué ibas a dejar de celebrar hoy el día del amor?¿porqué
ibas a dejar de demostrar a tu pareja que la quieres?¿porqué no preparar un
pequeño detalle, si defiendes que todos los días lo haces? No hay motivo para
no volver a hacerlo ¿no?
No busques excusas, cada detalle cuenta, el amor hay
que alimentarlo y no es necesario un gran ramo de rosas rojas, ni un regalo con
un envoltorio boyante, regálale un Te Quiero, regálale un Eres especial, regálale
una sonrisa y demuéstrale lo feliz que eres a su lado y cuanto mejor es la vida
si la compartes con él o ella.
Pero es cierto… no lo hagas solo hoy, hazlo todos
los días, estés contento, enfadado o triste, tengas un buen día o malo, porque
si esa persona es tu amor y/o es especial estará ahí para devolverte la
sonrisa, para dejarte su hombro o simplemente para regalarte un día más juntos.
Estoy fielmente convencida de que el amor se basa en
muchas cosas, pero que por mucho que queramos a alguien, por mucho que
compartamos en común aficiones y gustos, si no nos preocupamos de regar la
plantita y la abonamos de vez en cuando, al final se marchita.
Si quieres a alguien asegurarte todos los días de
que recibe el sol y el mimo que necesita, no será una molestia, todo lo
contrario, se hace con gusto y casi sin darte cuenta.
Mi conclusión es que, sea como sea, San Valentín es hoy
y todos los días y no hay que dejar nunca pasar la oportunidad de hacer un poco
más feliz a la persona que quieres.
Para terminar… ya que hoy me he desviado mucho del
tema de la decoración… Algo que intento todos los días de mi vida y que
defiende mi conclusión anterior:
El bien que haces por alguien siempre vuelve con
creces pues se convierte en una cadena de felicidad que solo puede expandirse,
suena muy utópico pero gotita a gotita se llena el vaso…
Un ejemplo… Si yo te sonrío muy seguramente tu me
devolverás la sonrisa, con lo que una sonrisa volverá a aparecer en mi cara, tú
te sentirás bien y posiblemente sonrías a más gente a lo largo del día (igual
que haré yo) por lo tanto no solo sonreiremos nosotros sino la gente que nos
rodea, contribuyendo así a que muchos vayan transmitiendo sonrisas y haciendo a
gente un poquito mas feliz. Así pasa con la felicidad en general (ojo! igual
que con el odio), así que piensa antes de poner mala a cara a alguien, respira
y pon una sonrisa en su cara… ;)
¡Feliz San Valentín, feliz jueves!
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